El agua es acalórica. Es decir, no tiene calorías y por tanto no engorda, pero tampoco adelgaza. Un litro de agua aporta cero calorías: no engorda ni adelgaza.

Una persona no adelgazará por el mero hecho de beber agua. Para adelgazar es necesario seguir una dieta hipocalórica adaptada a las necesidades particulares de la persona. Sin embargo, sí es cierto que al seguir una dieta de adelgazamiento beber agua favorece el proceso de pérdida de peso.

Durante una dieta para adelgazar es recomendable beber entre 1,5 a 2 litros de agua a lo largo de todo día para mantener un buen ritmo de deposiciones y evitar el estreñimiento. El agua disminuye la consistencia de las heces, favorece el tránsito intestinal y la evacuación.

Beber un buen vaso de agua en ayunas todas las mañanas apenas levantarse resulta muy eficaz y permite un buen efecto diurético y una buena hidratación.

El agua no engorda y no importa beberla en cualquier momento, incluso durante las comidas.

Si se hace ejercicio y se suda, la ingesta de agua y líquidos debe incrementarse sustancialmente.

Déjese de terquedad y ahora sí adelgace en serio. Tome todos los días un litro y medio de caldo de apio sin nada de sal, ponga a cocinar el apio 20 minutos a llama moderada, lo cuela y se lo toma, y por la noche antes de acostarse 2 vasos de agua de alpiste, que se prepara de la misma manera. Verá que funciona perfectamente y estará muy feliz con este santo remedio!

Cuando hablamos del azúcar nos referimos a la sacarosa. En nuestro organismo, la glucosa tiene una gran importancia pues es el combustible más eficaz y, prácticamente, el único útil para el sistema nervioso y para las células sanguíneas. La ventaja que tiene es la capacidad para endulzar los alimentos y su eficacia como combustible, y su mayor desventaja es el aumento en el riesgo de caries o, el consumo excesivo, podría llevar a desplazar de la dieta otros alimentos necesarios

Coma despacio: Esto permite que los alimentos se asimilen mejor y evita la sensación de estar demasiado llenos. Disfrute lo que come.
Mastique bien los alimentos: Esto favorece la digestión.
Establezca horarios para comer: Evite saltarse horas de comida ya que al hacerlo nuestro apetito aumenta y genera que comamos con mayor velocidad y en mayor cantidad. El dejar el estomago demasiado tiempo sin alimentos puede provocar gastritis y en el peor de los casos ulceras debido a los ácidos que se producen.
Consumir alimentos bajos en grasas y condimentos: Estos podrían irritar la mucosa del estomago y además retardan la digestión.
Acompañe las comidas con ensaladas de preferencia crudas: Los alimentos crudos contienen enzimas naturales que favorecen la digestión.
Evite las bebidas con cafeína, alcohólicas o gaseosas: El consumo de estos productos junto con los alimentos dificultan la digestión.
Realice alguna actividad física diariamente: Al realizar cualquier tipo de actividad física disminuye el estrés favoreciendo la buena digestión.