Tu hijo/a pre-escolar no esta listo/a en su desarrollo para enfocarse en el bien mayor o entender su rol en la familia, mucho menos en su rol en la sociedad (él/ella sabe, sin embargo que él/ella es el centro del universo.) También él/ella no esta listo/a para tareas complicadas o para mantener su propio horario. Pero él/ella si quiere estar ocupado y ser tan importante como tu pareces ser. Así que toma una visión positiva de eso. En su deseo yace la base para los comportamientos que lo harán un adolescente y un adulto responsable.

Elige tareas apropiadas para su edad. Las tareas que son demasiado difíciles solo van a abrumar a tu pre-escolar. Él/ella va estar intimidado por la solicitud de que limpie su pieza. Después de todo es incluso intimidante para ti, pero si le dices: "Pon tus zapatos en el closet", eso es manejable. Tu te vas a sorprender de cuanto orgullo y auto confianza él/ella gana al hacerse cargo de semejantes tareas.

La mejor forma (tal vez la más difícil) de instilar un sentido de responsabilidad es ser un buen modelo a seguir con tus propias posesiones, por ejemplo colocar tus llaves del auto donde ellas pertenecen, en vez de la mesa del comedor y ordenar tus revistas en vez de dejarlas sobre el sillón. Entonces cuando tu le das a tu hijo/a sus propias pequeñas tareas, muéstrale a él/ella exactamente como hacerlas (día a día al menos por un tiempo.) El decir: "Es hora de poner la mesa", le hace menos sentido a él/ella que una demostración acompañada por decirle: “Mira como estoy poniendo la mesa, un plato delante de cada silla, el servicio y las servilletas van así, ¿me quieres ayudar a hacer eso?”. En caso que te tome mucho tiempo él explicarle a tu hijo/a como hacer una tarea hay posibilidades de que la tarea sea muy complicada y debes optar por una más simple.

El niño/a no es demasiado pequeño para aprender que el trabajo viene antes de jugar. Él/ella recibirá el mensaje cuando tu digas: “seguro que quiero llevarte al parque”, pero primero necesitamos limpiar después de almuerzo”. Debes ser amigable y admitir que prefieres la diversión también, entonces él/ella verá que tu nos estas siendo mandón/a, sino que esperas que el se comporte en forma responsable.

Usa la distracción para conseguir la atención de tu hijo lejos del comportamiento inadecuado.

Puedes parar el comportamiento inadecuado con un “no” firme mientras estas mirando a tu hijo a los ojos.

Mueve físicamente a tu hijo cuando el se este comportando mal, especialmente si el no respondió a tu “no” firme.

Usa el desaparecer para sacar la atención de acciones no deseables. Tan pronto como tu hijo no se hiera a si mismo, tu puedes irte y no darle a él/ella la atención o una audiencia por actuar de forma inapropiada, especialmente si él/ella esta teniendo una rabieta de ira.

Dándole demasiada atención a tu hijo/a cuando el se comporta mal puede reforzar el mal comportamiento.

Usa las consecuencias naturales (recompensas) para que tu hijo aprenda los resultados o consecuencias de sus acciones. Por ejemplo, si él/ella arroja un juguete por la ventana, él/ella no puede jugar con el más.

Usa las consecuencias lógicas (recompensas), por ejemplo, si él/ella no guarda su bicicleta, tu lo harás, pero el no podrá montarla por el resto del día. Para los niños mayores que usen el auto, el no llenar el auto de bencina puede tener la consecuencia de no poder usar el auto esta semana, etc.

Usa los descansos para quitarles el refuerzo positivo o la atención cuando él/ella se comporta mal.

Retener los privilegios es un una técnica de disciplina muy efectiva, especialmente para los niños mayores. Descubre las cosas que a él/ella le gustan o disfruta especialmente (jugar video juegos, arrendar películas, ir al mall, hablar por teléfono, etc.) y entonces quítaselas como consecuencia de su mal comportamiento.

Cuando trates de mejorar el comportamiento de tus hijos, debes escoger pequeñas recompensas y darles recompensas cada día, normalmente inmediatamente siguiendo el buen comportamiento. Haz que tus hijos te ayuden a escoger las recompensas. Da recompensas solamente después de que el comportamiento deseado ha sido logrado, debes recompensar los logros comunes de cada día y siempre explica claramente el porque son dadas las recompensas. No deben ser recompesas como el comprarle cosas o darle dinero, debes tener una variedad de diferentes recompensas para ofrecer como por ejemplo: Paseos, algun plato delicioso, permiso para jugar con un amigo/a, salir a pasear en bicicleta, etc.

Ayuda a tu hijo/a a establecer un lugar especial en casa para tocar el instrumento.

Establece una hora cada día para tocar. Algunos niños están mejor en la mañana, antes de las escuela. Algunos padres establecen un horario límite después del baño de la tarde cuando el niño esta relajado, pero no cansado.

Considera el usar la frase “hora de juego” en vez de “hora de práctica”

Si es posible, para ser parte del tiempo de juego de tu hijo. Siéntate con tu hijo/a mientras el/ella juega y pídele que te muestre lo que el esta aprendiendo o considera el aprender a tocar el instrumento con tu hijo/a.

Alaba a tu hijo/a por cada paso adelante que de con su aprendizaje.

Nunca hagas comentarios negativos acerca de los sonidos que toca tu hijo. Toma tiempo y esfuerzo el producir sonidos musicales.

Anima a otros miembros de la familia a aplaudir los esfuerzos de los niños. La atención positiva es un gran motivador.

Recuerda que hay siempre altos y bajos en el proceso de aprendizaje. Tu y tu hijo/a deberían esperar momentos de desanimo y aceptarlos y enfocarse en el hecho positivo que el/ ella esta aprendiendo a hacer música.

Suministra un modelo positivo. Trae a tu hijo a escuchar el desempeño de músicos profesionales o amateur.

Cuando estés buscando lecciones privadas, encuentra un profesor calificado con el que puedas hablar fácilmente. Pregúntale acerca de su filosofía o método de educación y pide hablar con alguno de los profesores actuales de tu hijo o sus padres. Cerciórate que tu hijota esta cómodo con el profesor.