Para evitar que el queso se vuelva duro y fibroso, cocínalo a baja temperatura y siempre agrega el queso al final del tiempo de cocción.
El queso se derrite y se mezcla mejor sí tu lo cortas en pequeños pedazos.
Para cortar queso con textura suave, usa un rallador con agujeros grandes o finamente cortados
Quesos con poca manteca no se derriten bien.
Cuando estés asando/horneando platos con queso arriba, mantén el ojo atento a ellos, ya que el queso se derrite rápido.
El queso se cocina bien en el microondas, pero debes hacerlo a bajo poder.

Para dar color a un plato de huevos cocidos, primero les quitas la cáscara y después los sumerges en agua de té si los quieres de un color ámbar o en agua de cocer betarrragas (remolacha) si los queremos de un color morado.

Para mejorar el aspecto mustio de las lechugas y hacerlas más crujientes a la hora de preparar la ensalada, métalas en un recipiente con agua fría y añada el zumo de medio limón por cada lechuga. Luego, déjela reposar una media hora en un lugar fresco. Escúrrela bien y estará lista para prepararla.

Si vas a freír carne o pollo, seca la superficie de la carne con una toalla de papel desechable, para quitar el exceso de humedad antes de freírla y cocinarla.