Haz reglas muy específicas acerca de cuando los niños pueden o no pueden ver la televisión. Por ejemplo, no permitir ver la televisión durante las comidas, la hora de hacer las tareas o cuando los padres no están.

En general se recomienda que los padres limiten el ver TV a los hijos una o dos horas al día al menos.

Una alternativa es el limitar la TV a una hora en la noche durante los días de escuela a dos a tres horas al día en los fines de semana.

Tu puedes querer permitir un poquito de tiempo extra para programas educacionales especiales.

Si a tu hijo le esta yendo mal en la escuela limita el tiempo de TV a media hora cada día o elimina la TV completamente, excepto para un tiempo limitado el fin de semana.

Haz una regla que los niños deben terminar la tarea y las tareas de la casa que tienen asignadas antes de mirar la televisión. Si el programa favorito de tu hijo esta al aire antes que el trabajo sea hecho, entonces graba si es posible el programa para que lo mire más tarde.

La mejor regla es que no haya TV durante la semana y un fin de semana con un tiempo de TV limitado. Esto asegura que los chicos no se estén apurando para terminar sus tareas, de manera que ellos puedan ver su programa favorito. Eso también deja mas tiempo libre para la interacción familiar durante los fines de semana ocupados. Por ejemplo, en lugar de dejar a los niños enfrente de la TV mientras preparas la comida, haz que ellos te ayuden a estar listos para cenar. Incluso los niños pequeños pueden rebanar un pepino con un cuchillo que no sea afilado o colocar la cuchillería en la mesa.

Anima a tus hijos a participar en actividades de deportes, juegos, hobbies y musica. Por ejemplo tu puedes querer apagar la TV y dar un paseo o hacer un proyecto con tu hijo/a.

Designa ciertas tardes para actividades familiares especiales como una paseo en bicicleta familiar o un juego en la noche.

Los niños/as que exageran, dicen mentiras o distorsionan la verdad lo hacen por una variedad de razones. Algunas veces ellos sienten que ellos no son queridos (por razones a menudo desconocidas) y dirán mentiras para que ellos le agraden más al que los escuchan. Ellos han aprendido que algunas formas de distorsionar la verdad les hacen obtener algo de atención. Esto algunas veces los compensa por sus sentimientos de inadecuación. Algunas veces el niño va a mentir para evitar ser reprimido o para evitar las consecuencias que ellos cree que sucederán con la verdad. Algunos niños mienten para meter a los otros en problemas, estos niños son ellos los que están a menudo metidos en problemas. Los niños a menudo mienten para evitar tareas, un niño dirá que su tarea esta hecha para hacer algo mas placentero. A los niños no les gusta ser atrapados cuando se comportan mal y a menudo mentirán o agrandarán la verdad.

Siempre modela el “decir la verdad” evita las pequeñas mentiras blancas.

Enséñale a tu hijo/a a través del role play, el valor de decir la verdad.

Actúa en un role play las consecuencias potenciales devastadoras de mentir.

No aceptes excusas por mentir, el mentir no es aceptable.

Los niños deberían entender las dañinas consecuencias de mentir y cuando sea posible ellos deberían disculparse por mentir.

Las consecuencias lógicas necesitan estar en su lugar para el niño que miente.

No importa lo que pase, los niños necesitan saber que mentir nunca es aceptable y no va hacer tolerado.

Los niños a menudo mienten para mantener a sus padres o profesores felices, ellos necesitan saber que tu valoras la verdad mucho mas que un acto de mala conducta.

Los niños necesitan se parte de la solución y o consecuencias. Pregúntales a ellos que es lo que ellos están preparados a dar o hacer como resultado de la mentira.

Recuérdale al niño/a que tu estas molesto con lo que el/ ella hizo. Refuerza que no es el/ella lo que te molestó sino que lo que el/ ella hizo y hazle saber que tu estas disgustado/a.

Alaba la verdad. Cuando los pilles diciendo la verdad en el momento en que tu sabes que a ellos les gustaría acomodar la historia.

Evita el sermonear y las decisiones irracionales rápidas. Por ejemplo si me mientes de nuevo no podrás salir durante un año.

Aunque no hay una forma correcta de disciplinar y criar a tus hijos, los padres que son autoritarios (abiertamente estrictos o mandones, que en la absoluta obediencia a la autoridad producen hijos que tienen miedo de ellos y que son temerosos de los nuevos desafíos y experiencias) o los padres que son permisivos (abiertamente indulgentes, sin poner ningún límite y producen hijos que son malcriados e irrespetuosos e incapaces de hacer sus propias elecciones) son más probables de tener en problemas con el futuro comportamiento de sus hijos.

Un estilo autoritario de padres es más probable que sea exitoso a la larga. Los padres que son autoritarios establecen reglas y límites, pero se debe explicar porque son necesarias y tomar en cuenta el punto de vista de los niños cuando se hacen las reglas. Ellos se comunican regularmente con sus hijos y los animan a ser independientes.

Otra forma de pensar acerca de los diferentes estilos de padres es que los padres autoritarios son abiertamente controladores, los padres permisivos tienen poco control sobre sus hijos y los padres autoritarios tienen la cantidad exacta de control.