Tus hermanos y hermanas pueden hacerte enojar algunas veces. Te puedes enojar si ellos toman algo que es tuyo, se meten en tu habitación, te golpean o te molestan cuando te vienen a ver tus amigos. Tus hermanos o hermanas mayores pueden tratar de mandonearte y decirte que hacer. Los hermanos más jóvenes o hermanas pueden pedirte tus cosas o querer estar contigo todo el tiempo.

Cuando discutes con tus amigos, puedes irte a casa y escaparte de ellos. Pero cuando discutes con un hermano o hermana, ellos están en la casa y tu puedes sentir que tu no puedes escaparte de ellos. El hablar las cosas y el sugerir reglas que tu y tus hermanos y hermanas estén de acuerdo va hacer que el vivir juntos sea mucho más fácil.

Aquí tiene algunas formas de manejar una discusión y ayudarte a evitar peleas con tus hermanos o hermanas:

Sal a caminar o anda a otra habitacion separada en la casa antes de perder la compostura en una pelea.

Háblale a tus padres acerca de lo que te esta molestando. Es más probable que ellos te den un consejo.

Establece tu propio espacio personal. Incluso si compartes una habitación, haz un poco de espacio (incluso en una esquina de tu habitación) que sea todo tuyo. Dile a tu hermano o hermana que ellos necesitan golpear antes de entrar a tu habitación o a tu área especial de tu habitación compartida.

Respeta el espacio personal de tu hermana o hermano, ya sea su habitación o una parte de la habitación que comparten. Será más probable que ellos te muestren el mismo respeto de vuelta.

Decide con anticipación como se va a compartir el teléfono. Por ejemplo tu puedes resolver horas separadas cuando cada uno de ustedes puede hablar con sus amigos.

Túrnate con la televisión. Conversa con anticipación acerca de que programas quieres ver, entonces túrnate con tus programas favoritos si ellos son al mismo tiempo.

Trata de resolver que es lo que realmente te esta molestando. Esto te ayudará a saber si el problema vale la pena que sea discutido. Algunos temas pueden ser más importantes que otros.

Haz el tiempo para comunicarte con tus hijos. En el mundo complejo de hoy, es incluso más importante el cerciorarte de establecer un tiempo para conversar. Eso no significa que tienes que tener una reunión formal. Algunas veces las mejores discusiones ocurren mientras tu estas manejando el auto o cuando no estas haciendo nada en la cocina.

Escucha a tu hijo/a, los chicos van hablar contigo si ellos saben que tú los vas a escuchar – si ellos discuten temas difíciles como el sexo y las drogas, cosas cotidianas del trabajo de la escuela. Si tus hijos saben que tu estas escuchando, ellos es más probable que confíen en ti para hablar acerca de todo en su vida.

Escucha entre líneas, debido a que muchos hijos encuentran difícil el hablar a sus padres acerca de cosas que realmente importan, los padres tienen que poner atención especial a lo que sus hijos pueden estar tratando de decir. Esto ayuda a poner atención particular a las emociones – no solo a la emoción misma, pero a su intensidad también.

Pide su opinión, una cosa que le agrada a los hijos es el que se les pida su opinión. Tu no tienes que preguntar acerca de temas importantes todo el tiempo, tampoco.

El temor a la oscuridad es uno de los temores más comunes de los niños. Esto es también un temor con el que los adultos es más fácilmente se identifican. El adulto promedio no es tan seguro e incluso es un poco temeroso en la oscuridad. La falta de capacidad para ver claramente actúa como un incentivo a la imaginación, llevando a la mayoría de la gente a imaginar que alguien se esta acercando sigilosamente a ellos. Si tu hijo/a le tiene miedo a la oscuridad puedes consentir a tu hijo/a dejándole a él/ella la puerta abierta o dejándole una luz encendida en la noche. Mantenla a él/ella bien ocupado/a con juegos y otras actividades durante el día de manera que él/ella no tenga tiempo para pensar en sus temores. Con el tiempo él/ella se dará cuenta de que no hay nada que temer.

Diviértete, juega con tus hijos. El reírse, el hacerse cosquillas y el jugar juntos es la base de un hogar feliz. El divertirte puede suministrar a tu familia con mucho del tiempo de calidad que se necesita y evitar mucho de los conflictos y comportamientos que no son necesarios y que te vuelven loca. Los niños quienes experimentan una dosis regular de tiempo de calidad con sus padres no necesitan el hacer teatro para obtener su atención.