Clasificación: Salud
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Antes de una prueba importante #454
No pretendas estudiar todo al pie de la letra, la memoria tiene un límite. Debes controlar las materias que están relacionadas entre sí, tener unos conocimientos amplios de los temas y saber cuáles son los puntos clave de la lección. Gracias a esta visión general podrás centrarte rápidamente cuando leas las pregunta.
El profesor que lo va a corregir no es el mismo que el del curso. Esto quiere decir que valorará más el examen inteligente, que las repuestas memorizadas de los apuntes. Piensa que corrigen muchos exámenes, y una respuesta estructurada de forma distinta a la de la mayoría será un punto a tu favor.
Para que te sea más fácil fijar en la mente la estructura del temario, confecciona esquemas con breves explicaciones. También es muy útil pintar dibujos o emplear bolígrafos de diferente color para cada esquema. De esta manera se recuerda mejor la lección que coincide con lo que te preguntan.
No debes pensar que como el temario es amplio, el profesor seguro que decide poner una pregunta del comienzo de la asignatura y otra del final. Corres el riesgo de no coincidir con él en cuál es el primer y el segundo bloque.
A medida que estudias puedes ir familiarizándote con palabras que no uses con normalidad. Apunta expresiones para enlazar párrafos, citas textuales de un autor, sinónimos o términos que definen con exactitud un concepto. Ayúdate del diccionario, es el que mejor te va a resolver cualquier duda.
Por las noches se fija mejor en la memoria lo que has estudiado. Aprovecha estas horas del día para repasar, pero no para estudiar porque es cuando más cansado estás.
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