Clasificación: Cuidado del Cuerpo
Cuidado de los Senos #4766
Friccionar con un cepillo suave ayudará a la irrigación sanguínea en el busto. Debemos friccionar con movimientos circulares de afuera hacia dentro hasta que la piel se torne un poco rojiza. No debemos tallar los pezones porque se podrían agrietar.
Después el masaje es recomendable untarnos un aceite ya sea vegetal (de almendras dulces, germen de trigo, manteca de cacao o aceite virgen de oliva) o animal (aceite de ballena, tortuga, visón o manteca de cerdo). La manera en que aplicamos el aceite es: extendemos con las manos el aceite sobre los pechos, pezones y tejidos alrededor, siguiendo el perfil de los pechos. Damos un ligero masaje en los pechos desde abajo hacia arriba en forma de abanico, masajeando también el cuello y los músculos de todo el pecho. Se debe dar mucha importancia a la zona entre el cuello y el busto, pues es la que "detiene" los pechos.
No debe usar aceites industriales que pueden contener aceites minerales que no son buenos para la piel, tapan los poros y perjudican mucho a la salud.
Las duchas heladas favorecen a los tejido de los pechos y existen aparatos de hidroterapia que dan un hidromasaje al pecho, son muy recomendable pero debemos tener cuidado en que el chorro de agua fría no se dirija directamente al pezón. Después de un período de utilizar el hidromasaje helado, es recomendable usar las contracciones: agua fría y agua caliente alternadas, ya que tonifica aún más la piel.
Para los baños alternados se recomienda tener dos baldes de agua, uno con agua helada y otro con agua muy caliente y aplicar con una esponja el tiempo suficiente como para que el pecho absorba el calor o el frío (aprox. 20 segundos con frío y 20 con caliente); Haga 3 repeticiones en el mismo pecho. Debemos terminar con una aplicación de agua fría.
Es recomendable pasarse un hielo, evitando el pezón, por todo el pecho en movimientos circulares por unos cuantos segundos una vez a la semana, esto los mantendrá más duros y firmes.
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