Clasificación: Salud Alternativa
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Té rojo #12001
¿Sabías qué el té rojo...?
En el caso de que su sabor nos resultara algo "fuerte" o amargo, no debe endulzarse con azúcar blanca ya que ésta es rica en glucosa, producto ya metabolizado que se convierte inmediatamente en glucógeno y por tanto en grasa. Es mejor hacerlo con cualquier producto natural o integral, como miel, azúcar integral o mejor, sirope de arce o jugo de agave, que se complementa espléndidamente con el Té Rojo - Pu Erh produciendo sinergias muy interesantes.
Según la medicina occidental
Para quienes se resisten a confiar en las excelencias de la MTC y en general de las medicinas orientales, habría que decir lo siguiente. Se han llevado a cabo estudios científicos en torno al Té Rojo - Pu Erh en sitios tan dispares como el Instituto de Medicina de Kunming de la Universidad de Yunnan, el Instituto Farmacológico de Hong Kong o el Hospital St. Antoine de Paris.
Estos estudios y organismos corroboran científicamente las propiedades del Té Rojo - Pu Erh con los resultados siguientes:
Universidad de Yunan
Personas que tenían un enorme sobrepeso, llegaban a perder hasta 9 kg. Personas con un sobrepeso moderado, sobre los 6 kg. Personas con un ligero sobrepeso, en torno a los 2,5 - 3 kg. Según esta Universidad, tomando 3 - 4 tazas al día durante un mes, se reducen los niveles de triglicéridos y ácido úrico.
Instituto Farmacológico de Hong Kong
Reduce los niveles de colesterol malo en sangre en favor del colesterol bueno.
Hospital St. Antoine de Paris
De los pacientes estudiados, el 88% perdió entre 3 y 10 kg. en cuatro semanas, a pesar de mantener una alimentación normal. Hay que señalar que en todos los casos, lo más sorprendente fue que los resultados se obtuvieron sin realizar ninguna dieta adicional, y simplemente tomando entre 3 y 4 tazas de Té Rojo - Pu Erh al día. Desde el punto de vista "occidental" u "oficial" esta pérdida de peso se debe a su poder como "eliminador" de grasas, fundamentalmente debido a su papel como acelerador de la función hepática. La medicina oriental habla sin embargo de razones energéticas.