Clasificación: Salud > Enfermedades > Alergicas

Realizar la limpieza con sistemas eficaces que disminuyan la suspensión del polvo en el ambiente, como gamuzas, paños húmedos, aspiradores provistos de filtros adecuados, etc. No Barrer
Evitar la manipulación de enseres cargados de polvo.
Evitar, en lo posible, la utilización de moquetas, alfombras, tapices, cortinas gruesas, peluches y todo aquello que pueda acumular el polvo. Evitar el papel y tela en las paredes.
No tener en la habitación libros, posters, peluches o juguetes de lana.
Reemplazar el material de la cama que contenga lana, miraguano, algodón, crin y plumas, por materiales sintéticos (colchones, almohadas, y mantas acrílicas).
Guardar la ropa en bolsas de plástico y dentro de los armarios.
Procurar que la humedad relativa del aire se mantenga baja (< 50 %) y el ambiente fresco.
Ventilar la casa adecuadamente. Airear bien la cama y aspirar el colchón y la almohada. No sacudir el colchón. Evite el uso de ambientadores y "sprays".
Lavar la ropa de la cama una o dos veces a la semana a una temperatura de 60º C y procurar tenderla al sol.
Cubrir el colchón y la almohada con una funda impermeable a los ácaros y lavar la almohada, colchas, mantas, cortinas, etc., con frecuencia.
Si se cambia de vivienda, es preferible una zona seca y soleada