Clasificación: Familia e Hijos
Para ayudar a tu hijo en la vuelta a clases #8140
El tiempo de volver a la escuela a menudo significa cambios para los niños y las familias: El primer día en el kindergarten o en primer año; los pre-escolares nuevos o los niños que se quedan en guarderías; nuevas salas de clases y nuevos profesores. El hacer las delicadas transiciones entre el hogar, los programas escolares y la escuela puede ayudar a los niños a sentirse bien acerca de ellos mismos y enseñarles a ellos a confiar en otros adultos y niños. El ayudar a los niños a adaptarse a nuevas situaciones puede aliviar la mente de los padres y darles a ellos una oportunidad de involucrarse en la educación de sus hijos.
Las transiciones son oportunidades emocionantes para que los niños aprendan y crezcan. Los padres y los profesionales que trabajan con niños comparten un rol en hacer que los niños se sientan sanos y seguros mientras ellos se cambian a nuevos colegios o cursos. Por supuesto, semejantes hitos en los niños pueden causar ansiedad también. El fortalecer los lazos entre los programas escolares y la familia ayudarán a crear transiciones mas fluidas para ambos los adultos y los niños.
Como pueden ayudar los padres:
Ser entusiasta acerca del cambio que viene. Si tu estas emocionado y confiado, tu hijo lo estará también.
Prepárate, toma nota de como tu hijo/a reacciona a la separación. Si es posible, visita el nuevo lugar con tu hijo/a. Presenta a tu hijo/a al nuevo profesor o al profesional que cuida niños en forma anticipada.
Arregla una fecha para jugar con otro niño del grupo, preferentemente de uno a uno, de manera que tu hijo/a vea una cara familiar cuando el/ella entre.
Comienza rutinas diarias que le darán continuidad. Deja que tu hijo se involucre en guardar el almuerzo en la mochila el ponerse la ropa de colegio. También, haz que tu hijo/a comience a dormirse más temprano varias semanas antes de ir al colegio o al kindergarten.
Deja a un lado el tiempo extra, particularmente en el primer día, para conversar y si se puede irse juntos, pero recuerda no prolongar el adiós. Si tu hijo/a se queja o se cuelga de ti el quedarte solo lo hará más difícil.
Siempre despídete de tu hijo/a. Debes ser firme, pero amigable al separarte. Nunca ridiculices a un hijo/a por llorar. En lugar de eso, da frases de apoyo como: “Es difícil el decir adios.”
Al final del día de trabajo, pon aun lado tus asuntos y enfócate en ser un padre o madre.
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