Clasificación: Cuidado del Cuerpo

Estudios revelan que los casos de hongos en los pies aumentan hasta un 30 % en el verano. Es que los hongos encuentran su hábitat ideal en aquellos sitios húmedos donde la temperatura oscila entre 20 y los 28 grados Celsius. Por ello se considera que son de fácil proliferación en saunas, gimnasios y piscinas por lo que el llamado es a cuidarse. Más aun cuando se visitan recintos públicos que no cuentan con las medidas de higiene adecuadas. Pese a ello, el cuidado comienza en casa:

Conviene usar zapatillas de goma para pisar sobre lugares húmedos, sobre todo en los que el sol no incida directamente.

Una ducha antes y después de bañarse en una piscina ayuda a eliminar parte del cargamento de gérmenes que todos portamos.

Procure secarse bien después de un baño, poniendo especial cuidado en los espacios entre los dedos y en los pliegues de la piel.

Vigile el exceso de sudoración. Este es otro de los factores que contribuyen a la generalización en verano. Preocúpese de los zapatos y calcetines que use. Muchas personas son portadoras de hongos y no los saben ni los desarrollan hasta que encuentran el ambiente propicio. Si se produce picor enrojecimiento o maceración (ablandamiento de la zona) habrá que acudir al médico especialista.

Si un paciente es propenso a las infecciones por hongos, debe estar atento a una posible reaparición. Es también importante que haya tratado su calzado con productos anti hongos.

Si alguien ha contraído el problema debe iniciar inmediatamente el tratamiento. En la mayoría de las ocasiones es suficiente con un tratamiento tópico. Sin embargo si la infección afecta al folículo sebáceo o a las uñas, erradicar estos hongos puede demorar mucho tiempo.