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La mayoría de los pisos de madera pueden ser mantenidos limpios primero barriendo o aspirando con una boquilla para pisos para quitar la mayoría del polvo de la superficie y la mugre, entonces humedece una mopa (estropajo) con agua limpia (sumerge una esponja en agua limpia, estrujandola y moja con esa esponja humeda la mopa para que quede escasamente humeda, casi seca.) Usa muy poca agua y enjuaga tu mopa muy bien despues de cada uso, ya que el exceso de agua puede disolver la cubierta protectora, alterar el color de la madera y levantar la veta para endurecer la superficie.
Si tus pisos no están suficiente sucios para necesitar que se les pase una mopa cada semana, entonces tu no deberías hacerlo, ya que esto desgastará los pisos más rápido, sin mencionar el desperdicio de tu tiempo. Simplemente el barrerlos es a menudo todo lo que estos pisos necesitan.
Si necesitas restaurar el brillo de tu piso de madera después que lo haz limpiado, prueba pasar una mopa húmeda con ½ taza de vinagre y 2 cucharadas de lustra muebles en un litro de agua tibia. El vinagre es también útil para remover cualquier residuo de jabón, pero nos debería ser necesario cada semana.