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Es importante el no estar restringido por tu propio plan, pero ser capaz de adaptarse e improvisar y jugar lo que vez delante de ti. De manera que tu puedas tener un canal hacia el que puedas ir o una zona en la que estés trabajando fuera de una secuencia específica, pero tu debes ser adaptable a como ellos se defienden o a lo que la defensa hace durante un juego y ser capaz de ver que opción es ahora y no solo que tan a ciegas pasas a través de la secuencia o te apegas al plan de juego.

Tiene que haber una cierta cantidad de improvisación, con el escenario perfecto girando alrededor del jugador haciendo la decisión ideal en el campo mientras los espacios se abren y cierran. Un equipo necesita ir a la gran ocasión dentro de un alcance amplio de opciones:
La flexibilidad para jugar en forma amplia o cerrada o algo intermedio. Tu entonces juzgas cada juego en sus méritos y planificas un acercamiento específico basado en la oposición, las condiciones, los jugadores disponibles para ti.

A través del análisis de partidos y la identificación de situaciones en las que el espacio es probable de que ocurra tu deberías ser capaz de enseñar a tu equipo las incidencias posibles en un partido donde el espacio puede ser encontrado. El entrenamiento debería ser organizado con el objetivo de familiarizar a los equipos con estos escenarios y de que mejor manera ellos pueden explotar el espacio una vez que tu lo haz encontrado.

Una buena forma de pensar sobre el espacio es el visualizar la alineación defensiva de la oposición como un muro. En alguna parte en ese muro hay un espacio de puerta. La puerta no esta siempre abierta pero no esta nunca cerrada. Una vez que tu equipo la localiza esa puerta ellos pueden pasar a través de ella hacia el otro lado.