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Los pies son estructuras complejas, las cuales pueden reflejar tu salud en general y tu bien estar. Síntomas como el dolor persistente son signos de advertencia. Si por ejemplo, tu descuidas una articulación adolorida, puede deteriorarse y volverse un dolor agudo. Entonces puedes empezar a caminar mal para evitar el dolor y eso te puede llevar a problemas de postura más serios.

Usa zapatos que apoyen tu pie adecuadamente, reduciendo la posibilidad de herida.

No uses los mismos zapatos todos los días.

Airea las zapatillas antes y después del ejercicio para evitar que se formen bacterias.

Si sufres de dolor a las rodillas, a la cadera o a la espalda, el cual a resistido tratamiento, considera el visitar a un pedicuro. Algunas veces un desequilibrio estructural o funcional en el pie puede causar problemas mayores en el cuerpo. Lo que uses en tu cuerpo puede afectar a tu cuerpo.

Cambia las medias o calcetas al menos una vez al día. Elige calcetas que contenga al menos un 70 por ciento de algodón o lana. Algunas calcetas hechas de fibras a mano pueden ayudar a mantener la traspiración lejos de la piel, el mantener la piel seca y reducir el olor.

Escoge zapatos hechos de fibras o materiales naturales para permitirle a tus pies que respiren.