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Los niños que ya caminan son comedores erráticos a menudo. Ellos aman la comida un día y les desagrada al otro o la comida que ellos rechazan en casa es comida en forma feliz lejos de casa. Esto puede frustrar y confundir a la mayoría de los padres, pero es un patrón de comer común para un niño que ya camina. Muy pocos niños pasan a través de estos años sin crear algo de preocupación acerca del comer. Los niños que ya caminan necesitan una variedad de alimentos diariamente para la buena salud. Desde los dos años de edad, a los niños se les puede ofrecer productos bajos en leche. Las dietas estrictas no se recomiendan, ya que ellas pueden limitar la energía y los nutrientes que se necesitan para el crecimiento y el desarrollo.

El apetito y el hambre puede variar considerablemente en niños que ya caminan. Arrebatos de crecimiento y niveles de actividad cambiantes durante el dia pueden resultar en un gran apetito por un rato, seguido de un comer poco y en forma quisquillosa después. La comida de la tarde puede causar la mayor preocupación, cuando los niños están cansados o no están hambrientos.

Algunas razones para la ingesta irregular de alimentos incluyen:
El llenarse con bebidas, en particular, bebidas dulces o leche.
No estar muy activo en ese día.
El estar ya sea demasiado cansado para comer o no tener hambre.
El comer refrigerios en forma frecuente puede frenar el apetito para las comidas establecidas, aunque este generalmente no es un problema si los refrigerios son nutritivos.