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En el cuerpo, la principal acción de la glucosamina en las articulaciones es el estimular la fabricación de los componentes del cartílago. En otras palabras, la glucosamina es responsable de estimular la fabricación de las sustancias necesarias para la reparación de las articulaciones. La glucosamina también ha mostrado ejercer un efecto protectivo en contra de la destrucción de la articulación. Y cuando es dada de forma oral como sulfato de glucosamina, es absorbida por los tejidos de la articulación en forma selectiva para ejercer un efecto terapéutico poderoso en la artrosis.

Numerosos estudios han mostrado que el sulfato de glucosamina produce tan buenos o incluso mejores resultados comparados a las drogas antiinflamatorias (NSAID sigla en Inglés) en aliviar el dolor y la inflamación de la osteoartritis. Lo que es sorprendente de estos resultados es que el sulfato de glucosamina no muestra ningún efecto aliviador del dolor. Mientras que las drogas antiinflamatorias (NSAID) ofrecen puramente alivio sintomático y puede en realidad promover el proceso de la enfermedad, el sulfato de glucosamina la raíz del problema de la artrosis, el sulfato de glucosamina no solo mejora los síntomas incluyendo el dolor, también ayuda al cuerpo a reparar las articulaciones dañadas. Esto es destacable, pero lo que es más destacable es la seguridad y la falta de efectos secundarios asociados con el sulfato de glucosamina tomado en forma oral. En contraste, los efectos secundarios y riesgos asociado con las drogas antiinflamatorias (NSAID) actualmente usados en el tratamiento de la artrosis son significativos.

Los resultados benéficos con la glucosamina son más obvios mientras más tiempo son usados. Ya que el sulfato de glucosamina no es una sustancia aliviadora del dolor por si misma. Toma un tiempo mas largo el producir resultados. Pero una vez que empieza a funcionar, producirá mejores resultados comparado con las drogas antiinflamatorias. Por ejemplo, en un estudio comparado de sulfato de glucosamina con el ibuprofeno(Motrin), las mediciones del dolor disminuyeron más rápido en las dos primeras semanas en el grupo del ibuprofeno, sin embargo para la cuarta semana el grupo que recibió sulfato de glucosamina estaba sintiéndose mejor que el grupo que usaba ibuprofeno.