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El cáncer de mamas es una de las causas de muerte más frecuente en las mujeres, especialmente, cuando no es detectado a tiempo. Es conveniente hacerse un auto examen diariamente y acudir al ginecólogo ante cualquier hinchazón o protuberancia que palpemos con las manos. Los exámenes, como mamografías, eco tomografías mamarias, cinti gramas mamarios son muy convenientes de realizarlos, sobre todo cuando se tienen antecedentes de cáncer en la familia.
Si el cáncer ya está presente en el organismo, es necesario llevar a cabo el tratamiento pertinente para impedir su avance.
Los tratamientos que se realizan para vencer este mal son muy efectivos: quimioterapia, radioterapia, cirugía radical o parcial, etc. El tratamiento va de acuerdo a la persona, su peso, estatura, edad, grado de avance de la enfermedad. Lo importante es que si es a tiempo, tiene solución.
Una vez que se ha logrado detener el avance o se ha eliminado completamente, es necesario llevar una dieta estricta, en cuanto alimentación se refiere: frutas y verduras frescas, bien lavadas y desinfectadas; nada de frituras, condimentos, alcohol, tabaco; poca sal; nada de picantes como ajíes, rocotes, mostaza; evitar el consumo de embutidos, cecinas; consumir carnes magras, de preferencia ave y pescados; consumir bastante líquido, jugos naturales, leche; hacer ejercicios como caminar, nadar, subir escaleras; salir de paseos al aire libre; compartir con la familia y los amigos.
En resumen, llevar una vida sana y vivir el día a día como si fuera el último de nuestras vidas.
La guerra al cáncer de mamas se la podemos dar con la mejor de nuestras armas: nuestro deseo de vivir, alejando la depresión, que es una de las causas por las cuales puede surgir esta enfermedad en nuestro organismo, ya que al estar deprimidos bajan nuestras defensas. Así es que, ánimo y a vivir alegremente.