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Malas Entrevistas
Tanto que cuesta llegar a las entrevistas para arruinar el momento por tonteras. Por ejemplo, llegar desaseado, impuntual o vestido informal; cuestiones que son imperdonables. Otras no tan obvias tienen que ver con llegar desinformado, no sabiendo a qué se dedica la empresa, sin tener idea quién los entrevistará. Y no es excusa decir que la entrevista es con un head hunter, porque lo mínimo que hay que hacer es meterse en su página web e investigar. Sin embargo, si lo anterior refleja cero proactividad (ojo que la mayoría tiene escrito el proactivo en su CV!), cuando se trata de relatar la experiencia laboral comienzan los problemas más graves, ya que llegan a improvisar, y se muestran con poca coherencia, o inconexos entre un cargo y otro; y se pone peor cuando se quedan en un plano pasivo, sin preguntar nada.
A las entrevistas no se va a improvisar, se va a hacer un negocio! En que ambas partes ganen. Hay que encantar al entrevistador, y eso se logra con preparación. Incluso se puede entender las señales, aquellas cosas que no se dicen, solo es práctica.