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La adaptabilidad es una característica clave de los mejores directores de proyectos. Tiene que estar preparado para recibir cambios que afecten directa o indirectamente la ejecución del proyecto pero jamás su objetivo. Realizando un símil con el rol de un piloto de un avión, puede tener la trayectoria de viaje definida y ésta presentar variaciones durante el vuelo, pero siempre el piloto debe asegurarse de que el avión aterrice en el lugar previsto para ello. Por tanto, la capacidad de recuperación ante situaciones adversas y prosperar, producto del dinamismo de los proyectos, también es una capacidad hoy en día demandada en un Gerente de Proyecto.