Mantén la comida caliente, caliente y la comida fría, fría. Las bacterias se forman y multiplican rápidamente cuando la temperatura de la comida no es mantenida. Las comidas calientes deberían ser mantenidas a temperaturas de 140 grados Fahrenheit (60 grados Celsius) o más alta y las comidas frías deberían ser mantenidas a 40 grados Fahrenheit (4 grados Celsius) o más bajo. Las temperaturas bajo los 140 (60 grados Celsius) y sobre los 40 grados (4 grados Celsius) constituyen una zona de peligro y una invitación a una enfermedad para tu familia o invitados.

No uses los mismos utensilios para diferentes platos de comida. La contaminación cruzada de comida es una de las muchas formas en que puede ocurrir una enfermedad.

Refrigera las carnes dentro de dos horas después de que ellas han sido cocinadas. El dejar las carnes sin refrigerar por periodos largos fomenta el crecimiento de las bacterias.

Lava tus manos en forma frecuente con agua caliente y jabón. Tus manos como los utensilios, pueden de manera potencial contaminar la comida.

Lava los mesones o superficies donde cocinas, con limpiadores que desinfecten o cloro para eliminar gérmenes y bacterias. El desinfectar va ayudar a eliminar la posibilidad de intoxicación.

Después de 1 mes sin fumar, tu piel se recupera y las arrugas disminuyen.
Después de 1 año sin fumar, el riesgo de un ataque cardíaco disminuye en un 50%
Después de 15 años sin fumar, el riesgo de ataque cardiaco es igual al de alguien que nunca haya fumado.

Para reducir las posibilidades de que tus hijos sean mordidos por un perro sigue estas recomendaciones básicas de seguridad:

Nunca te aproximes a un perro desconocido.
Nunca corras de un perro y grites
Permanece quieto cuando un perro desconocido se te acerque (debes estar tieso como un árbol)
Si eres golpeado por el perro, rueda como una pelota y yace quieto (como un tronco)
No mires al perro a los ojos.
No molestes a un perro que esta durmiendo, comiendo o cuidando a sus cachorros.
No acaricies a un perro sin dejar que te vea y te olfateé primero.
Nunca juegues con un perro a menos que seas supervisado por un adulto.

Siempre observa cuando los niños están comiendo o jugando.

Si un niño tiene menos de 3 años, no lo dejes comer alimentos pequeños redondos o alimentos duros, ni trozos grande de alimentos.

Lee cualquier advertencia en juguetes o juegos. Busca y no dejes al alcance de los niños las partes pequeñas que pueden ahogar a los niños.

Los bebés deberían ser puestos a dormir sobre su espalda.

Mantén juguetes pequeños lejos de donde duerme el bebé.

Revisa los pisos o lugares por pequeños objetos como los botones, cuentas, bolitas, monedas, alfileres y piedras.

Coloca todos los envoltorios plásticos o bolsas donde los niños no las puedan alcanzar