Elija una estufa o calefacción adecuada al tamaño del recinto que quiere calefaccionar.
Al calefaccionar una habitación, mantenga cerradas puertas y ventanas.
Si tiene calefacción con termostato, no prenda y apague a cada rato, pues gastará más energía.
No tape los radiadores con muebles o cortinas, ya que el calor fluirá con mayor dificultad en la habitación.
Ajuste bien puertas y ventanas con aislante. Si es posible, invierta en doble vidrio.

Evita abrir las llave inútilmente cuando te estás bañando, afeitando o cepillando los dientes