Para comprender a la mujer...
La mujer no quiere una mirada, quiere una sonrisa.
Ella no quiere compañía, quiere presencia.
La mujer no quiere llanto, ella quiere las lágrimas.
La mujer quiere lo que es más sencillo otorgar.
La mujer no busca una mano, busca tacto.
Ella no busca momentos, espera acontecimientos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría.
Ofrece lo que siempre ha podido dar.
La mujer no desea un cuerpo, desea un abrazo.
No desea halagos, desea palabras.
La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo.
La mujer no espera pasión, espera romance.
La mujer no espera sexo, espera amor.
La mujer no espera belleza, espera que la hagan sentir bella.
La mujer es mujer, no la trates como se trata a un hombre.
La mujer es mujer, no es física, es sentimental.
La mujer no es cuerpo, es corazón.
La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te traten.
La mujer no es para poseer, es para admirar.
La mujer no es para convencer, es para amar.
La mujer no es para conocer, es para entender.
No es lo que tú crees, ella es mucho más...
La mujer no es un rostro, ella es un todo.
La mujer no es difícil, ella es misteriosa.
La mujer no es tacto, ella es caricia.
Ella no es espina, es la rosa.
Una mujer debe tener un viejo amor al que regresar en sus sueños y debe tener otro amor que le permita darse cuenta de lo lejos que ha llegado.
La mujer debe poseer la amistad de alguien que le haga reír y de alguien que le permita llorar.
La mujer debe tener el valor necesario para alejarse cuando no la aman
Eso y mucho más es... LA MUJER.

El día que tu aprendas a perdonar tus propios errores, podrás perdonar a quien más te ha herido, y comprenderás que tal vez mas daño hiciste tú y ese alguien aun no te ha perdonado.

La vida se olvida a veces de que nosotros somos los protagonistas de ella, lo cual hace que caigamos en depresiones, males y otros. Sonríanle al presente, recuerden el pasado y acerquen el futuro.

Acuérdate de que cosecharemos, infaliblemente, lo que hayamos sembrado. Si sufrimos es que estamos cosechando los errores que sembramos anteriormente. Cada uno recoge ni más ni menos lo que sembró. Siembra amor y optimismo y recogerás frutos de alegrías y felicidad.