Ambos padres deben estar presentes al momento de comunicar a los niños la noticia. Cuéntenles todo de manera clara con explicaciones de acuerdo a la edad del niño.
No hacerles falsas expectativas respecto a que podrían volver a estar todos juntos
Recalcar que los niños no tuvieron nada que ver con la separación. Así no se sentirán culpables de lo que ocurre.
Dejar que expresen sus sentimientos y explicarles que la pena, la rabia y el dolor pasarán.
Decirles que los seguirán queriendo y cuidando. Sean consecuentes con este compromiso.
Avise a la parvularia o profesora respecto de la situación que está viviendo su hijo. De esta forma estará atenta a los cambios de conducta y rendimiento en el niño.

No contradiga a su marido en público, refuerce su identidad frente a los hijos. Felicitelo y elogielo cuando corresponda. Haga que los hijos admiren a su padre. No discutan frente a los hijos. No recalque sus defectos o errores.
No pierda el buen humor
Aprenda a controlarse. No pierda el buen humor por sucesos ordinarios de la vida cotidiana. Gobernar una casa requiere energía y fortaleza, pero que no implique gritos destemplados, ni mal genio. No molestarse por tonterías. Pulir el carácter. No renegar sin motivos. No se moleste por pequeñeces. Sonría. Ceda. Examínese: cuántas veces durante el día he perdido la paciencia, he elevado en demasía el tono de voz.

Prenda o instale una pequeña luz nocturna en la habitación de su hijo/a. Ayúdele a identificar el temor, abrácelo / la, escúchelo y demuestre comprensión. No intente eliminar el temor, ayúdelo a enfrentarlo. En lugar de decir "tú no tienes en realidad miedo a la oscuridad", diga "Sé que tienes temor a la oscuridad pero aquí en casa estás segura/o

Permita que los niños le ayuden a planear, comprar y cocinar los alimentos. De esta manera aprenderán que la sana nutrición fomenta la buena salud.