Procrastinar #11989
Procrastinar significa, según la RAE, diferir, aplazar. En definita, es demorar ciertas tareas, habitualmente sustituyendolas por otras más irrelevantes y agradables. ¿Te sucede con cierta frecuencia? ¿Con determinadas tareas? Debes saber que no estás solo a todos a casi todos nos pasa o ha pasado con más o menos frecuencia.
Siguiendo estos cuatro pasos podrás dejar de procrastinar:
1. Reconocer que estamos procrastinando.
Lo primero es reconocer que estamos retrasando una tarea, darnos cuenta de que la estamos postergando. Parece sencillo y de perogrullo, pero ojo, que habitualmente en estas situaciones nos ponemos a nosotros mismos justificaciones, para creernos que no es el momento de realizarlo y "sentirnos mejor". "Esto es mejor hacerlo mañana porque..." "El mejor momento para esto no es ahora, porque..." "Mañana a primera hora lo hago"
2. Identificar por qué estamos procrastinando.
¿Qué es lo que nos resulta incómodo de realizar esa tarea? En la procrastinación suele haber cierta dificultad, molestia para llevar a cabo la tarea, reconocer y analizar donde está, nos ayudará a poder superarla. Quizás sólo nos incomode una pequeña parte de la tarea, no la tarea de forma global. Es posible que analizando el motivo de la procrastinación nos lleve a temores o miedos más profundo que debemos conocer para superar.
3. Tener presentes los beneficios de realizar la tarea.
¿Para qué queremos hacer eso? Analizar el objetivo de la tarea y descubrir todos los beneficios de llevarla a cabo, nos sirve para darnos cuenta de nuestras motivaciones, lo que nos mueve a realizar esa tarea. Hacer un listado de todo lo que nos aportará el finalizar esa tarea y tenerlo a mano a la hora de ponernos en marcha, es una herramienta eficaz. También es útil visualizarnos con la tarea realizada y percibir todas las sensaciones que tendremos en ese momento, de reto conseguido, satisfacción...
4. Compromiso y decisión.
Si sabemos que es lo que nos impide avanzar (punto 2) y lo que nos motiva para avanzar (punto 3) ya sólo nos falta comprometernos con nosotros mismos a realizarla en un plazo, fecha determinado. Teniendo presente todo lo anterior estaremos preparados para posibles ataques de procrastinación a la hora de llevar a cabo la tarea, porque podremos detectarlos y pararlos a tiempo. Somos conscientes de donde está la dificultad, pero tenemos el antídoto: "los beneficios que conseguiremos realizandola", y este antídoto podemos y debemos aplicarlo en grandes dosis y frecuentemente.
|
|