Diversos estudios clínicos han demostrado que el 90% del mal aliento proviene de la boca y de éste el 70% de la superficie de la lengua, producto de la acumulación de restos alimenticios, bacterias anaerobias y células de descamación. Esta placa bacteriana lingual se acumula diariamente y promueve la formación de compuestos sulfurosos que producen olor y sabor desagradables y contribuye potencialmente a desarrollar enfermedades de encías y garganta. Por lo que es recomendable después del cepillado de dientes, limpiar la lengua con la ayuda de un limpiador de lengua o con el mismo cepillo de dientes, colocándolo lo más atrás que pueda sobre la lengua, deslizándolo suavemente varias veces hacia el frente; en caso de náusea pase saliva 3 veces, respire profundo y continúe con la limpieza de su lengua. Mejora su higiene bucal (lengua, encías y garganta) y le permitirá saborear mejor sus alimentos.

Nuestros dientes son muy importantes para nosotros, por lo que es necesario el mantenerlos saludables durante nuestra vida. La caída de dientes, las caries, la erosión del esmalte de los dientes son el problema principal. La caída de los dientes puede ocurrir en cualquier parte de la superficie de los dientes, pero es más común en las superficies de los dientes donde se mastica, cerca de las encías y entre medio de los dientes.
Limpia tus dientes después de comer con el cepillo de dientes y seda dental.

Los niños pequeños necesitan ayuda para limpiar sus dientes adecuadamente.

Visita al dentista de manera regular. La enfermedad de las encías es común en los adultos y personas mayores.

El comer cereales secos endulzados es malo para los dientes, siempre agrega leche. El beber tazas de té o de café en forma frecuente con azúcar agregada va a aumentar el riesgo de caída de dientes.

Cuando menos saliva esta disponible en los días calurosos, uno debiera no consumir alimentos que contengan azúcares que se peguen en los dientes.

Las tabletas de vitaminas C con o sin azúcar son ácidas y son un peligro para no solamente los dientes de los niños, sino que también para los dientes de los adultos.

No use jugo de naranja para blanquearlos porque la vitamina C causará que los dientes suelten calcio dañando los dientes más rápidamente que cualquier otra cosa.

No le des a los bebes una mamadera que contenga leche, jugo o una formula en la cama, esto no es bueno para sus dientes. Los azucares de la leche o jugos alrededor de la boca durante largos periodos pueden llevar a la caída de los dientes pequeñitos del bebé.

El amamantamiento prolongado a través de alimentar en forma continuada, es decir cada cierta cantidad de minutos puede también llevar a la caída de los dientes.

Empieza a cepillar los dientes de tu hijo/a de forma temprana en la vida de manera que desarrolle una rutina. Como padre tú eres el modelo a seguir más poderoso y necesitas poner un buen ejemplo cuidando tus propios dientes y encías. Los chicos de menos de 4 o 5 años de edad van a necesitar ayuda con el cepillado ya que ellos no tienen las habilidades para hacerlo ellos todavía.

Estos son unas sugerencias para ayudar a tu hijo/a con el cepillado de dientes:

Los niños deberían cepillar sus dientes al menos dos veces al día, es mejor después del desayuno y luego cerca de media hora antes de ir a dormir.

Después de cepillar los dientes a la hora de dormir, tu niño/a no debería comer o beber nada excepto agua.

Una vez que tu hijo/a puede cepillarse por si solo, tu aún deberías supervisar el cepillado para asegurarte que él ella llegue a todas las partes de los dientes y encías.

Los niños pueden aprender a pasarse hilo dental por si solos como a los 8 años, requiere un poco de destreza motora y coordinación, aunque algunos niños pueden dominar esto un poco mas temprano.

El ayudar a tu hijo/a a aprender una rutina de buen cuidado dental le ayudará a evitar problemas mas tarde, La buena higiene oral y el uso de dosis bajas de flúor son las formas más efectivas formas de ayudar a reducir el riesgo de caries y enfermedades de las encías.

Limpia el área alrededor del el diente adolorido en forma meticulosa. Enjuaga la boca vigorosamente con agua salada tibia o usa seda dental para sacar los restos de alimentos o suciedad atrapada. No coloques un aspirina en la encía o en el diente adolorido. Si la cara esta hinchada, aplica una compresa fría. Toma acetaminofén para el dolor y ve a ver un dentista tan pronto como sea posible.