Mirar constantemente el teléfono celular.
Aunque esto parezca algo normal, si no se avisa al resto de personas presentes, les dara la sensación de que no estas atento a la conversación o que hay algo más importante que lo que te están contando. Déjalo guardado en el bolsillo de la chaqueta o del pantalón y olvídate de tocarlo a menos que sea realmente necesario o al final de la conversación. El resto de lo agradecerá.

Vestir de manera no adecuada a las circunstancias
Depende de con quien vayas a conversar. Si es una entrevista de trabajo, con un superior o en general con cualquier persona que va a valorar minimamente tu forma de vestir deberías tenerlo en cuenta y vestir acorde a la situación.

Cruzar los brazos
Es una señal defensiva por naturaleza y con ello transmites inseguridad y lejanía. Por lo tanto, deja los brazos relajados y en una posición neutral sobre la mesa o en su defecto en las piernas.

Atento a lo que haces con los ojos
Cuando estamos hablando o pensando en lo que queremos decir, nuestros ojos reflejan de manera bastante precisa de que forma estamos pensando o como aceptamos lo que escuchamos. Por ejemplo, si alguien miente, tiende a mirar hacia abajo o si tiene que pensar mira hacia arriba a la izquierda. Por ello controla tu mirada si no quieres que sepan que es lo que realmente estas pensando.

No mantener contacto visual
Por último, es muy importante mantener contacto visual con tus interlocutores para que que se sientan integrados en la conversación y no crean que tienes algo que ocultar. Muchas veces uno tiende a distraerse con lo que sucede alrededor y hay que evitarlo, ya que sino desconcertamos a los interlocutores.