Los microoganismos se reproducen mejor en las zonas donde hace calor, por lo tanto un ambiente frío es más adecuado para conservar los alimentos.

Ubicar los alimentos listos para comer en la parte superior del refrigerador.

Ubicar los alimentos crudos en la parte inferior del refrigerador, de esta manera se evitará que los jugos, polvo o microorganismos de estos contaminen los platos listos para comer, que son los que requieren más cuidado.

Guardar los alimentos cocidos separados de los crudos y preferentemente en envases con tapa.

Guardar las carnes de todo tipo en el congelador.

Poner atención al respecto de los envases y alimentos crudos, fechas de caducidad, roturas señales de roedores o insectos.

Lavar muy bien con agua corriente los vegetales y frutas antes de consumirlos.

Lavarse las manos durante el proceso de preparación de los alimentos.

Limpiar con agua y cloro las superficies donde se preparan los alimentos antes y después de cocinar.

Utilizar diferentes utensilios para alimentos crudos y cocidos. Al usarlos lavarlos antes y después de tocar los alimentos.

Para quitarles lo que queda pegado de una cocción a tus cacerolas. Todo lo que necesitas es dos cucharadas de bicarbonato de sodio y poquito de agua hirviendo para cubrir los restos de comida pegados. Deja que el plato repose una hora o algo así, la comida se soltará y tu podrás lavarla fácilmente.

Cuando se trabaja con chiles (ajies-pimientos) teniendo pequeños em en casa. Aconsejo que antes de tocarlos se unten aceite comestible en las manos, en caso de que en el transcurso del tiempo de proceso de elaboración el chico necesite de sus atenciones urgentemente, solo se lavan las manos con detergente y es sencillo de quitarse lo enchilado (lo picante) y podran atender al pequeño sin lastimarlo.

Evita los malos olores en el horno poniendo unas cáscaras de nanranja en su interior cuando todavía esté tibio. Se dejan durante ½ hora y luego se eliminan. Un olor agradable y fresco se sentirá en tu cocina.