Los riñones son de las vísceras que deben cocinarse en el último momento, pues si se cocinan rápido se pondrán suaves, pero si se dejan hervir mucho, se pondrán duras y tendrán que hervir muchas horas para que vuelvan a ablandarse.

Tome un puñado de almendras y póngalas en la mano izquierda. Con las palmas de las manos frote las almendras constantemente. De este modo utilizando la fricción entre las pieles de las almendras, ellas mismas se irán pelando solas.

Con un cuchillo afilado elimine el sello que está alrededor del cuello de la botella, de manera que el corcho quede expuesto. Insertamos el sacacorchos hasta el fondo dándole vueltas muy despacio, y luego lo sacamos despacio también.

Si hierve las patatas, zanahorias o endibias en leche en lugar de agua, mejorará su sabor y logrará una textura más suave, a la vez aumenta su valor nutritivo.